Este tipo de tarima se instala sobre rastreles, mediante una tornillería inoxidable, van uniendo las tablas dejando una separación para el paso del agua. Después de ser clavada debe ser lijada y barnizada en el sitio, existen tarimas barnizadas de fábrica pero es más recomendable hacerlo en el mismo sitio en el que se vaya a instalar. Los tablones están compuestos en su totalidad de madera noble, se encuentran en diferentes formatos para adaptarlos a los gustos del cliente. Este tipo de tarima tiene muchas aplicaciones; piscinas, jardines, terrazas, duchas...
Generalmente el espesor es de 21mm aunque puede variar según los fabricantes. Las tarimas están tratadas con autoclave para evitar la aparición insecto u hongos nocivos para la madera. Para concluir la instalación recibe un tratamiento de aceites para reforzar así la madera ante las agresiones externas de la climatología.
Las especies de maderas en este tipo de tarima suelen ser tropicales puesto que estas maderas son las que mejor se adaptan a los diferentes tipos de climatología. Estas maderas son: iroko, ipé, jatoba, teka, elondo ... El efecto que consigue esta tarima es hacer del exterior una parte más de la casa, es cálida y elegante y tiene una agradable pisada en comparación con otros materiales como la piedra o la cerámica. Este tipo de tarima es ideal para: piscinas, duchas, jardines, terrazas ...